¿Tirarías a la basura una semilla, porque no ha florecido antes de plantarla?
¿Cortarías un árbol que está empezando a crecer, porque no es fuerte y grande?
Seguramente no.
Porque tú sabes que para que la semilla de hermosas flores y el árbol tenga un tronco grande y ramas llenas de hojas, necesitan:
¿Cortarías un árbol que está empezando a crecer, porque no es fuerte y grande?
Seguramente no.
Porque tú sabes que para que la semilla de hermosas flores y el árbol tenga un tronco grande y ramas llenas de hojas, necesitan:
- Cuidados adecuados y
- tiempo para crecer y desarrollarse.
Exactamente lo mismo sucede con nosotros, los seres humanos.
Estamos en un proceso continuo, en donde, con las acciones adecuadas (cuidados) y el tiempo necesario, podemos crecer (aprender) y florecer (tener una vida mejor), todos los días.
Tener bienestar, éxito, una buena autoestima, conocimientos, etc., requiere de cierto esfuerzo y trabajo.
A corto plazo podemos pensar:
¿Quién quiere esforzarse?
Así estoy bien (he estado así siempre o durante mucho tiempo) o por lo menos no estoy tan mal.
Pero yo te pregunto:
¿Por qué conformarte con menos, si puedes estar mejor?
¿Por qué no tratar de tener un mayor bienestar y vivir con más satisfacción?
La siguiente información te puede ayudar, no sólo a tener una mejor autoestima, sino una mejor calidad de vida.
Estamos en un proceso continuo, en donde, con las acciones adecuadas (cuidados) y el tiempo necesario, podemos crecer (aprender) y florecer (tener una vida mejor), todos los días.
Tener bienestar, éxito, una buena autoestima, conocimientos, etc., requiere de cierto esfuerzo y trabajo.
A corto plazo podemos pensar:
¿Quién quiere esforzarse?
Así estoy bien (he estado así siempre o durante mucho tiempo) o por lo menos no estoy tan mal.
Pero yo te pregunto:
¿Por qué conformarte con menos, si puedes estar mejor?
¿Por qué no tratar de tener un mayor bienestar y vivir con más satisfacción?
La siguiente información te puede ayudar, no sólo a tener una mejor autoestima, sino una mejor calidad de vida.
Sea
cual fuere la situación negativa en que te encuentres, está ahí por algún
motivo; de otra forma, no le hubieras permitido entrar en tu vida. Es necesario que entendamos que sea cual sea el
problema que tengamos, nosotros contribuimos a crearlo con el fin de manejar
ciertas situaciones.
Sean
cuales fueren nuestras `pautas negativas, podemos aprender a satisfacer esas
necesidades de forma más positiva. Por eso es
tan importante hacerse la pregunta:” ¿Qué beneficios saco de esta
experiencia? ¿Qué hay de positivo en ella?” No suele gustar
responder a esa pregunta. Pero si realmente miramos en nuestro interior y somos
honestos con nosotros mismos, encontraremos la respuesta. Tal vez tu respuesta
sería: “Es la única manera que tengo de conseguir una amorosa
atención de mi pareja”. Una vez que lo has comprendido, puedes comenzar a
buscar formas más positivas de conseguirla.
El humor es otro potente instrumento; nos ayuda a
liberarnos y a aligerarnos durante las experiencias tensas y agotadoras.
En las reuniones de los miércoles dedicamos un tiempo a los chistes. A veces
recibimos la visita de una oradora llamada “la dama de la risa”.
Tiene una risa muy contagiosa y hace reír a todo el mundo. No podemos tomarnos
siempre tan en serio, y la risa es muy curativa.
Cuidemos nuestro cuerpo.
Considera
tu cuerpo como una maravillosa casa en la que vives durante un tiempo. Amas y cuidas tu casa ¿verdad? Así pues, vigila lo que
te metes dentro de tu cuerpo.
No
he conocido nunca a una persona adicta a alguna droga que se ame a sí misma. Usamos el alcohol y otras drogas para escapar de la
sensación de no valer nada, residuo de nuestra infancia, pero cuando el efecto
se acaba nos sentimos peor que antes. Entonces, por lo general, nos
invade la culpa. Es necesario que nos demos cuenta de que no hay peligro en
tener los sentimientos que tenemos ni en reconocerlos. Los sentimientos pasan, no se quedan.
Otras formas de ocultar nuestro amor por nosotros mismos
es atiborrarnos de comida. No podemos vivir sin comer porque el
alimento da energía a nuestro cuerpo y le ayuda a crear nuevas células. Es posible que conozcamos bien los elementos de una
buena nutrición, pero aún así utilizamos los alimentos para castigarnos y
crearnos obesidad.
Tomar
conciencia de lo que metemos en nuestra boca y de cómo nos hace sentir es un
acto de amor hacia nosotros mismos. Si una hora después de comer te sientes
soñoliento, podrías preguntarte:” ¿Qué comí?” Es posible que hayas
comido algo que no le sentó bien a tu cuerpo en ese momento determinado. Comienza a prestar atención a lo que comes, qué
alimentos te dan energía y cuáles te agotan y te bajan el ánimo.
Busca
alguna forma de hacer ejercicio que te guste, que te resulte agradable.
Adopta una actitud mental positiva hacia el tipo de ejercicio que realizas.
Muchas veces nos creamos obstáculos en el cuerpo principalmente como
consecuencia de lo que asimilamos de otras personas. Aquí también, si quieres hacer cambios, es necesario que te perdones y
dejes de introducir rabia y rencor en el cuerpo. La combinación de
las afirmaciones con el ejercicio físico es una buena manera de reprogramar los
conceptos negativos respecto al propio cuerpo
Dale a tu niño lo que necesita
¿Fuiste bienvenido cuando naciste? Cualesquiera sea la
respuesta, date la bienvenida ahora. Haz una celebración. Dite a ti
mismo todas las cosas maravillosas que le dirías a un bebé que llega a su nueva
vida.
¿Qué es lo que siempre deseaste que tus padres te
dijeran cuando eras peque ño? ¿Qué es
lo que siempre quisiste oír y que nunca te dijeron? Muy bien, dile
precisamente eso a tu niño. Díselo cada día durante un mes mientras te miras en
el espejo. Observa lo que sucede.
Dale a tu niño lo que desea. Probablemente ha estado
privado de ello durante demasiado tiempo. Empieza a visualizar el
tipo de vida que te gustaría llevar con tu niño interior. Cuando él se siente
seguro y feliz, podrá confiar en ti. Pregúntale: “¿Qué tengo que hacer
para que confíes en mí?”. Lo repito, te quedarás sorprendido ante algunas
respuestas.
Las creencias que aprendiste cuando eras peque ño aún las tiene tu niño interior. Si sigues
reprendiéndote por cada error, debe ser bastante terrible para que tu niño
interior despertar cada mañana:” ¿A causa de qué me vas a chillar y
regañar hoy?”
Lo
que nos hicieron nuestros padres en el pasado es asunto de su conciencia. Ahora
somos nosotros los padres. Nosotros usamos nuestra conciencia. Si continúas negándote a cuidar de tu niño interior,
es que estás estancado en un rencor justiciero. Esto invariablemente significa
que aún te queda alguien por perdonar. Así pues, ¿de qué no te has
perdonado? ¿Qué necesitas dejar marchar? Bueno, sea lo que sea, deja que se
vaya.
Las
relaciones son fabulosas, los matrimonios son maravillosos, pero la realidad es
que son temporales. En cambio tu relación
contigo mismo es eterna. Dura para siempre. Ama a la familia que
llevas dentro: el niño o la niña, el padre o la madre, y la adolescente y el
joven que hay en medio.
Recuerda
que también llevas a tu adolescente en tu interior. Dale la bienvenida. Trabaja
con él de la misma forma que lo haces con el niño. ¿Qué dificultades tuviste en
tu adolescencia? Hazle preguntas a tu adolescente igual como se las hace a tu
niño. Ayúdale a pasar por las amedrentadoras situaciones y los momentos de
aprensión de la pubertad.
“Corrige” esa época. Aprende a amar a tu adolescente igual como
aprendes a amar a tu niño.
Coge
a tu niño de la mano y ámalo. Crea una vida maravillosa para ti y tú niño. Di
“Estoy dispuesto a aprender a amar a mi niño. Estoy dispuesto”. El
universo contestará. Encontrará la forma de curar a tu niño y a ti.
Fuera como fuese tu primera infancia, buena o mala, tú
y únicamente tú estás ahora a cargo de tu vida. Te puedes pasar toda
la vida culpando a tus padres y al entorno, pero lo único que conseguirás con
eso es mantenerte estancado en hábitos de víctima. Jamás te servirá para
conseguir el bien que dices desear.
El amor es la mejor goma de borrar que conozco. El
amor borra hasta los recuerdos más dolorosos y profundos, porque penetra más al
fondo que ninguna otra cosa.
Nadie puede dar lo que no tiene
Nadie puede dar lo que no tiene.. Sólo cuando
estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás.
Sólo
cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer,
respetarte para respetar, y aceptarte para aceptar, ya que nadie puede dar lo
que no tiene dentro de sí.
Ninguna relación te dará la paz que tu mismo no hayas
creado en tu interior.
Ninguna
relación te brindará felicidad que tu mismo no construyas.
Solo podrá ser feliz con otra persona cuando seas
consciente que eres feliz incluso cuando no está a tu lado.
Solo podrás amar siendo independientes hasta el punto de no
tener que manipular o manejar a los que dices querer.
Dos personas que se unen por el deseo de hacerse feliz ,la
una a la otra, fracasarán con el tiempo.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, necesitas
autoestima y la práctica de una libertad responsable.
Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas
nuestras expectativas es una fantasía narcisista que sólo trae frustraciones
Por eso amate mucho…madura y el día que puedas
decirle al otro :”Sin ti también estoy bien “ ese día estarán más
preparado para vivir en pareja.